Fundación Llampangui

Parque Hacienda El Durazno

El Parque Hacienda El Durazno es un área de conservación de 6.965 hectáreas ubicada en el sur de la región de Coquimbo, en la comuna de Canela, perteneciente a la provincia del Choapa. Está en una zona de transición entre el desierto por el norte y la región mediterránea por el sur, por lo que es una zona muy biodiversa pero a la vez vulnerable al cambio climático y a las intervenciones humanas. En sus paisajes dominan diversos cerros y quebradas, donde destaca la cumbre más alta de la zona que alcanza los 2077 m.s.n.m., el cerro Llampangui que le da el nombre a la Fundación, que significa “altar de pumas” en mapuzungun.

HISTORIA DEL PARQUE

El territorio donde se emplaza el Parque Hacienda El Durazno antiguamente fue habitado en distintas épocas por pueblos de la cultura huentelauquén, molle y diaguita. Al interior mismo es posible aún encontrar petroglifos. Esta misma zona también es parte de la influencia del imperio Inca que penetró en lo que posteriormente se reconocería como Chile durante el siglo XV. Incluso un ramal del Camino del Inca atraviesa el Parque desde el cerro Llaucavén por el sur, llamado en la actualidad,por los antiguos habitante del sector de El Durazno como “camino real”.

En el lugar donde en la actualidad están las ruinas de las casas de la antigua hacienda, durante la colonia española existió una posta para recambio de caballos y un almacén de abastos, y luego una fundición de cobre y oro, que fueron descritas por Darwin en 1830. En El Durazno también hubo lavaderos de oro en el sector de Las Lajas, que permanecieron activos hasta mediados del siglo XX. La tradición indica que éstos fueron explotados por los indígenas quienes pagaban tributo al inca, y posteriormente al encomendero, que en este sector fue Alonso de Monroy, capitán y socio de Pedro de Valdivia y futuro Marqués de Guana y Guanilla.

En 1543, Alonso de Monroy recibió de Valdivia las tierras entre el Choapa y el valle del Limarí, las encomiendas del Choapa y Guana. En 1630 Pedro Cortés de Monroy, marqués de Guana y Guanilla (Valle del Limarí) y encomendero de la encomienda Peña Blanca y El Durazno, establece el límite de sus tierras con el capitán Jiménez y Tapia que quedan al norte del actual Durazno.

En 1927, la sucesión Cortés Monroy vende La Hacienda El Durazno de unas 44.000 ha a Don Adolfo Olivares. Luego, en 1947 Don Adolfo Olivares vende 28.000 ha de la hacienda a Don Exequiel Contreras Olivares, quien es el abuelo del actual propietario de las 6.300 ha que forman parte del Parque Hacienda El Durazno, quien es uno de los fundadores y presidente de la Fundación Llampangui.

Ya desde la década de los 80 se comenzaron a tomar medidas con fines de proteger la biodiversidad del lugar, como la prohibición de cortar leña para hacer carbón y el establecimiento de zonas protegidas de pastoreo. En el año 1992 fue un hecho relevante la regularización de los límites con las comunidades agrícolas vecinas y la realización de acuerdos de colindancia para el pastoreo del ganado.

En este territorio viven desde tiempos inmemoriales varias familias de pastores de cabras, quienes con su ganado practican la transhumancia, y desde 1999 que se organizan por medio de la agrupación vecinal El Junquillar, cuya sede se construyó en el mismo año y se ubica en el centro del Parque Hacienda El Durazno. Prontamente, el año 2000 también se construyó una capilla en el mismo sector, donde se desarrollan año tras año tradiciones religiosas como la fiesta dedicada a la beata Laura Vicuña, ex cruz de mayo.


El hito que marca el inicio del Parque es el establecimiento del Centro de rehabilitación y rescate de guanacos en el año 2003, el cual es el único en su tipo en el norte verde del país. En el año 2011, el Parque se sumó a la Asociación de Iniciativas de Conservación en Áreas Privadas y de Pueblos Originarios, ASI Conserva Chile, permitiendo conectarse con otras personas y organizaciones dedicadas a la conservación.


La consolidación del proyecto comienza con la creación de la Fundación Llampangui en 2016, con el objetivo de que esta gestione el Parque y al mismo tiempo, amplifique los alcances de la iniciativa a toda la provincia del Choapa, de la región y a nivel nacional.

Un hecho relevante para la protección del Parque fue la firma de un acuerdo de derecho real de conservación con la Corporación Nacional Forestal, dando inicio a una relación virtuosa de colaboración público-privada que se mantiene hasta la actualidad. 

FLORA Y FAUNA

En el Parque Hacienda El Durazno se aprecian distintos ecosistemas propios de una zona de transición de la ecorregión mediterránea y el desierto, dominado por formaciones de matorral esclerófilo, donde abundan especies como colliguay (Colliguaja odorifera), talguén (Talguenea quinquinervia) y guayacán (Porlieria chilensis). En las laderas de exposición norte, muestran protagonismo especies suculentas como el quisco (Trichocereus chiloensis), copao (Eulychnia acida) o cardón (Puya berteroniana). En las diversas quebradas, es posible encontrar una vegetación más densa, formando corredores biológicos para la fauna nativa, que transita entre el follaje de especies como el arrayán (Luma chequen), uvillo (Monttea chilensis) y maitén (Maytenus boaria). Cuando hay precipitaciones durante el invierno, la primavera convierte el Parque en un espectáculo debido al florecimiento generalizado de especies como añañucas (Phycella amoena, Phycella scarlatina), lirio de campo (Alstroemeria angustifolia), pajaritos (Schizanthus alpestris) y el carbonillo (Cordia decandra).

Entre toda esta diversa vegetación, habitan diversas especies de fauna nativa. Se han registrado 43 especies de aves al interior del Parque, donde destacan especies endémicas de Chile como la tenca (Mimus thenca), tapaculo (Scelorchilus albicollis), turca (Pteroptochos megapodius) y chiricoca (Ochetorhynchus melanurus). En cuanto a los mamíferos, el destacado puma (Puma concolor) se ha registrado en diversos lugares del Parque, y muchas veces es avistado por las personas que viven en el lugar. También es posible encontrar gato colo-colo (Leopardus colocolo), vizcachas (Lagidium viscacia), zorro culpeo (Lycalopex culpaeus), zorro chilla (Lycalopex griseus) y quique (Galictus cuja). Entre los matorrales también habita una gran variedad de micromamíferos tales como el ratón chinchilla (Abrocoma bennetti), degu (Octodon degus) y la yaca (Thylamys elegans). También destacan especies de reptiles como la iguana chilena (Callopistes maculatus) y varias especies del género Liolaemus (L. maculatus, L. maldonadae, L. fuscus, L. nitidus, L. platei, L. pseudolemniscatus), y anfibios como sapo de Atacama (Rhinella atacamensis), rana chilena (Calyptocephalella gayi) y sapito de cuatro ojos (Pleurodema thaul).

Derecho real de conservación

Como una manera de brindar una mayor protección a largo plazo al Parque Hacienda El Durazno y establecer una relación estable de colaboración público-privada, en enero de 2018 se firmó un acuerdo de derecho real de conservación (DRC) entre el propietario del Parque y la Corporación Nacional Forestal, por un periodo de 40 años renovable. La firma de este contrato de DRC constituyó un hito importante en materia de asociación público-privada, en cuanto la CONAF pasa a ser titular de la facultad de conservar atributos ambientales concretos, tales como las formaciones vegetales y sistema hidrográfico y edáfico del predio, así como también funciones de carácter ambiental.

Asimismo, también existe sobre el mismo predio un acuerdo de DRC entre el propietario y la Fundación Llampangui, otorgándole a esta la facultad de conservar todos aquellos atributos y funciones del patrimonio ambiental que no recaen sobre CONAF.

Centro reproducción y rehabilitación de guanacos

Al interior del Parque se ubica el Centro de reproducción y rehabilitación de guanacos (Lama guanicoe), el cual fue establecido a partir del año 2003 (Res. Ex 455), que actualmente alberga cerca de 15 individuos en dos sectores del Parque. Este centro cumple una importante labor en la recuperación de individuos de guanacos y es el único en su tipo en la región de Coquimbo. Estos son encontrados heridos o rescatados de una tenencia ilegal por el Servicio Agrícola y Ganadero en distintas zonas del norte del país y traídos al Centro de rescate, donde reciben refugio y tratamiento por médicos veterinarios que colaboran con la fundación.

Centro de investigación y educación patrimonial, cultural y ambiental

Con apoyo de la Ley de Donaciones Culturales, la Fundación Llampangui está desarrollando la reconstrucción de la antigua casa patronal, para convertirlo en el primer centro de investigación y educación patrimonial, cultural y ambiental de la provincia del Choapa.
Se dotará de la infraestructura, los espacios e instalaciones necesarias para robustecer la labor que desarrolla la Fundación Llampangui a nivel local y nacional, posibilitando la realización de diversas actividades que contribuyan a la investigación y educación en torno al patrimonio cultural y ambiental de la región, tales como cursos de formación, eventos, unidades de investigación y muchos más.

habitantes

Desde hace generaciones, en el territorio habitan familias que actualmente dedican principalmente a la ganadería caprina y producción de quesos. Muchos de ellos son transhumantes y llevan el ganado a pastorear a la cordillera durante las veranadas.
Al interior del Parque está ubicada la sede de la Agrupación Vecinal El Junquillar, que agrupa a las cerca de 15 familias que viven en la localidad. Este lugar, junto a la capilla y el santuario a beata Laura Vicuña, son el punto de encuentro para diversos eventos de la comunidad y de personas de otras localidades de Los Rulos, Los Pozos y Canela.

Fiesta religiosa

Desde hace cerca de dos décadas, la comunidad organiza una fiesta religiosa en honor a la beata Laura Vicuña, relacionado a la festividad de la Cruz de Mayo, durante la última semana de abril. Diversos cuerpos de baile tradicionales como los bailes chinos y baile gitano, se presentan en el lugar y danzan frente a la capilla. Luego de una liturgia, llevan en procesión a la figura de la beata hasta el monumento de la cruz, ubicado en un sendero más arriba. Por la tarde todos participan de un almuerzo y fiesta realizada en la misma sede vecinal.

Visitas y atractivos

El área cuenta con variados senderos, algunos no cartografiados de uso cotidiano por la comunidad. El único sendero de acceso libre sin previo aviso consiste en el sendero Los Abuelos. Las visitas al resto de los sectores o senderos del Parque deben realizarse con previa coordinación con la Fundación Llampangui. Es posible coordinar visitas por motivos de investigación o para escuelas.

Conoce más información sobre el Parque Hacienda El Durazno como destino turístico en la página de Reservas Naturales de ASÍ Conserva Chile

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